sábado, 28 de junio de 2008

Victoria germana


Lo único que me gustaría comentar hoy es mi deseo de que gane Alemania a los españoles.

jueves, 19 de junio de 2008

Inicio

Deseo inauguar el blog mediante un poema que se relaciona directamente con el título del blog.
No es mi poema favorito, pero me agrada bastante puesto que habla de nuestra relación con el habla misma.

La Palabra

Sueño o prodigio de la lejanía
Al borde de mi país traía

Esperando a que la Norna antigua
En su fuente el nombre hallara -

Después denso y fuerte lo pude asir
Ahora florece y por la región reluce...

Un día llegué de viaje feliz
Con joya delicada y rica

Buscó largamente e hízome saber:
«Sobre el profundo fondo nada así descansa».

Entonces de mi mano se escapó
Y nunca el tesoro mi país ganó...

Así aprendí triste la renuncia:
Ninguna cosa sea donde falta la palabra.

Stefan Georg

No pretendo interpretarlo, simplemente lo deseo dejar.

Y agrego otro, ya que es el poema más reciente que he leído y que más me ha agradado.

CANTO DEL SOLITARIO

Armonía es el vuelo de los pájaros. Los verdes bosques
se reúnen al atardecer en las cabañas silenciosas;
los prados cristalinos del corzo.
La oscuridad calma el murmullo del arroyo,
sentimos las sombras húmedas
y las flores del verano que susurran al viento.
Anochece la frente del hombre pensativo.

Y una lámpara de bondad se enciende en su corazón,
en la paz de su cena; pues consagrados el vino y el pan
por la mano de Dios, el hermano quiere descansar
de espinosos senderos
y callado te mira con sus ojos nocturnos.
Ah, morar en el intenso azul de la noche.

El amoroso silencio de la alcoba
envuelve la sombra de los ancianos,
los martirios púrpuras, el llanto de una gran
que en el nieto solitario muere con piedad.

Pues siempre despierta más radiante
de sus negros minutos la locura,
el hombre abatido en los umbrales de piedra
poderosamente es cubierto por el fresco azul
y por el luminoso declinar del otoño,

la casa silenciosa, las leyendas del bosque,
medida y ley y senda lunar de los que mueren.

Versión de Helmut Pfeiffer

Georg Trakl

Ciao